Dentro de la pegada que está teniendo el sudeste asiático en la cocina fusión, vamos a inaugurar nuestra "Noven Cuissine" sumergiéndonos la cocina Thai. Ya con bastantes años de experiencia en la capital, encontramos (a riesgo de no haber probado lo suficiente) un Thai sencillo pero con mucha personalidad.
Al lado de la mítica y madrileña Plaza de los Cubos, pasa casi desapercibido por su sobria fachada, el pequeño restaurante. Quizá ese sea uno de sus secretos del éxito; el tamaño. Ryan, hermano de la propietaria (y regente, junto a su marido) tuvo la amabilidad de atendernos por primera vez. Californiano de nacimiento, no trabaja directamente en el restaurante, pero siempre está haciendo (excelentes) labores de anfitrión puesto que se siente muy apegado a las raíces tailandesas de su familia que mueven los entresijos del local.
Muchas opciones en la carta sin ser excesivas, pad thais, curses, aperitivos fritos y al vapor...pero desde el día 1 y tras varias visitas donde hemos podido hincarle el diente a varios platos, nos hemos deshecho en elogios por un plato: Cerdo crujiente con tres salsas. Quizá no suene espectacular. Muchos de los mejores platos, no suenan espectacular, de ahí su magia también. Hablamos de una jugosidad del cerdo buenísima seguida de una piel crujiente que la mayoría de torreznos del país envidiarían. Todo ello acompañado de tres salsas: Una dulce, estilo compota, una salsa rojiza picante y la clásica salsa tailandesa "asojada" kecap manis. De verdad, plato "must", o como nos gusta a nosotros, un "NOVENdish". Además son terribles su Udon con pato asado y sus cremosisisisisisisimas brochetas de Pollo Satai. Muy recomendable el combo platter, que cuenta con pollo satai, rollitos fritos, gozas (finísimas) vegetales y otro clásico: Ensalada de mango. Esta última super refrescante con bastante buen balance de dulce y ácido, quizá con falta de un pelín más de picante. A todo esto le siguen los curries. Cremosos y especiados. Verdes, rojos, amarillos, de cordero, de ternera, de pollo, de langostinos. Nuestro favorito fue el rojo de ternera y albahaca. En cuanto al pad thai, es rico y abundante, quizá alcanzase el nivel BRUTAL con tallarines más anchos y algo más de jugosidad y carne. La única pega que le ponemos por ahora es la sepia. Sobre un texto de sepia en su tinta con coco, recibimos una sepia rebozada con verduras, donde la mayoría era rebozado suelto de la sepia y la propia sepia no tenia la mejor textura. Una lástima, porque el nombre del plato entraba por los ojos! Para terminar con los postres, la carta está algo limitada pero diría que tienen el mejor helado de coco que he probado nunca! Cremoso, con trocitos de coco... Riquísimo!Como en tantas ocasiones, se trata de un establecimiento bastante versatil. Quizá no es el lugar más acorde para celebraciones familiares (aunque puede), pero admite perfectamente planes de amigos, amigas y de pareja. Y por qué no, también negocios!
Una vez más, sitios como MAIIA THAI nos enseñan que no hay que hacer las cosas complicadas, si no creer en lo que hacemos y disfrutarlo. Productos bastante buenos, lleno de sabores, hirebas y especias. Fin
Las claves: Thai, Original, Diferente, Sabores, Variado, Honesto, 🌟NOVENdish
🙅🙅🙅🙅🙅🙅🙅 ½ - - (7,5/9)
🍴🍴🍴🍴🍴🍴 - - - (6/9)
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